martes, 6 de diciembre de 2011

Encuentro.

Un día cualquiera me encontré contigo en el centro de la ciudad nos miramos y me preguntaste si tenia algo que hacer, te respondí que no, que ya había terminado de hacer todo, ahora me voy a casa. Entonces tu te acercaste y me dices: - Ven quedate conmigo, pasemos un rato juntos. A lo que te respondí sin pensar: - Ok, vamos, caminamos un largo rato por las calurosas calles de Santiago, conversando, riéndonos, luego llegamos a las a fueras de un motel, me dijiste entremos? con un tono a pregunta y yo te asentí con la cabeza, tomaste de mi mano e ingresamos, pediste una pieza con jacuzzi me dijiste que era un regalo para que me relajara y por a ver aceptado tu invitación.
Entramos a la habitación, comencé a recorrerla con la mirada, mientras tú pedías unas bebidas, me tire en la cama con las brazos abiertos, mientras tu me observabas me preguntaste si estaba nerviosa a lo que te respondí con un no rotundo, te acercaste a mí y te acomodaste al lado mio, estuvimos varios minutos mirando hacía el techo de la habitación entre eso me comenzaste a besar lentamente y acariciar mi cuerpo, me deje llevar por el momento, poco a poco la temperatura de nuestros cuerpos fue aumentando, comencé a desvestirte primero saque tu polera y comencé a besar tu cuello poco a poco baje por tu torso hasta llegar a tu pantalón, desabroche tu cinturón y luego tu pantalón, los  saque y quedaste solo en boxer en ese momento subí hasta tus labios, te besé y te susurre al oído estoy lista, me tomaste por la cintura me acostaste en la cama, sujetaste de mis muñecas y me besaste en los labios luego fuiste bajando hasta mis pechos en ese momento sacaste mi polera y seguiste bajando por donde estabas hasta que llegaste al comienzo de mi pantalón. En ese momento me miraste, con esas miradas para pedir permiso, te hice un gesto y continuaste desabrochaste mi pantalón y lo sacaste junto con mi calzón...
Abriste mis piernas y acercaste tu cabeza a mi entre pierna jugaste un rato ahí abajo provocando diversos orgasmos inexplicables, después de un largo rato saliste de ahí y me cubriste con un largo beso en mis labios. me aferre a ti apretando mi cuerpo a tu cuerpo, mientras tu introducías tu miembro en el mio, estos hicieron contacto y te comenzaste a mover lentamente, besandome, tocando mi cuerpo.
En un momento paramos me tomaste de la mano y me llevaste al jacuzzi nos sentamos ahí sin decir nada nos mirábamos fijamente, mis pensamientos estaban idos mientras disfrutaba de ese momento, me tomaste de la mano nuevamente y me acercaste hacia ti, me besaste y me cogiste sobre ti, comencé a moverme sobre tu miembro sin introducirlo aún en mi vagina mientras tu besabas locamente mis pechos, me introduje lentamente en ti y comencé a moverme despacio para luego seguir un poco mas rápido, nos besábamos, sentíamos el agua, te apretaba hacía mi cuerpo, cada vez los movimientos se iban haciendo mas rápidos, apasionados y profundos, sentía mi corazón y mi cuerpo a mil por hora, sentía tu respiración en mi cuerpo, te sentía a ti tan dentro de mi como nunca te había tenido.
De un momento a otro me sentí en el cielo dando un largo gemido de placer ya no podía más mis piernas no reaccionaba me di cuenta que había acabado, me miraste y sonreíste sin dejar de moverte y acabaste diste un gemido y me tomaste la cara para hundirnos en un beso casi eterno. Estuvimos un largo rato besandonos, nuestros cuerpos no se querían separar, eran dos imanes que habían encontrado su lugar.
Luego de un largo rato sin querer separarnos me aleje de ti dándote un beso, salí del jacuzzi tomando una toalla para comenzar a secarme... me seguiste en mi desición mientras salias me abrazaste por detrás de la cintura y comenzaste a secar mi cuerpo besandome el cuello sin decir ninguna palabra. Sigo secándome y tu te alejas a tomar una toalla y te comienzas a secar, nos vestimos sin decir ninguna palabra y salimos de la habitación, me tomas de la mano y nos alejamos del lugar... Caminamos por las calles de Santiago comenzaste a quejarte por el calor que hacía... Llegamos al metro te fuiste conmigo hasta la siguiente estación, nos despedimos con un pequeño beso y me dijiste: No te preocupes que se volverá a repetirá, te mire y sonreí sin decir nada, mirando como te perdías entre la gente.


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